Todos sabemos que una mudanza no es algo que podamos realizar en 24 horas. Sin embargo, si estamos trabajando y vamos a cambiar de residencia, necesitamos solicitar en nuestra empresa un permiso por traslado de domicilio.
Probablemente, comencemos nuestra mudanza, incluso, con varias semanas de antelación. Nuestro salón se va llenando de cajas y cajas, rotuladas con permanente negro, preparadas para el gran día. Es muy probable que, en nuestro tiempo libre, vayamos llevando algunas cosas en pequeños viajes.
Pero, inevitablemente, lleva el momento más importante, el momento en que viene la empresa de mudanzas que hemos contratado. Si ese día trabajas, necesitarás un permiso de tu empresa.
Pero cuántos días libres tengo por traslado de domicilio
Según el artículo 37 del Estatuto de los trabajadores, el permiso por traslado del domicilio habitual es de un día. Existe la creencia popular de que, si la mudanza es a otra localidad, te corresponden más días, pero no es así, salvo que te sea de aplicación un convenio colectivo que establezca un permiso superior o más amplio.
Por tanto, salvo que exista convenio colectivo o un jefe estupendamente benévolo, que los hay, los trabajadores disponen únicamente de un día libre de permiso por traslado. Debe ser un traslado definitivo, no una situación transitoria como realizar obras en casa o contratar una empresa de desinfección.
Además, debemos tener en cuenta que se trata de un día remunerado, es decir, no se trata de un día de asuntos propios, ni de vacaciones; de modo que nuestra empresa deberá pagarnos ese día como si hubiéramos trabajado.
Con cuántos días de antelación debemos solicitar un día de permiso por mudanza
Lo antes posible. La normativa no especifica con cuánto tiempo debemos pre avisar a nuestra empresa, pero lo más deseable sería hacerlo en cuanto conozcamos dicha fecha. Así nuestra empresa podrá organizarse, sin precipitaciones, ante nuestra ausencia.
Cómo justifico en mi empresa el día libre por mudanza
Tampoco existe una norma específica que nos diga cómo se justifica. No obstante, apostamos por el puro sentido común: lo más habitual en la práctica suele ser entregar una copia del certificado de empadronamiento de la nueva vivienda o, al menos, de la solicitud de cambio de domicilio.
Así mismo, podemos entregar copia de nuestro nuevo contrato de alquiler, si fuese el caso, o, incluso, la factura de la empresa de mudanza donde suele figurar la dirección de destino y la fecha de la misma.
Si estás pensando en cambiar de vivienda dentro de poco, infórmate, prepárate y tu mudanza será cosa de coser y cantar.
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